Este hermoso poema quiero compartirlo contigo, no es mío
desconozco al autor, pero aunque no lo he escrito yo, pareciera que el autor lo
ha copiado del sentimiento que tengo incrustado en mi por ti, este amor, esta
vida que hoy tengo contigo y que nunca tuve, tan llena de amor correspondido,
esta alegría de llegar a casa y encontrarme con tu sonrisa, con tu beso, con tu
abrazo, esta melancolía que surge también cada día al salir de casa, al separarnos
por una horas, eternas horas sin ti, para ir a cumplir con los deberes
cotidianos y que se diluye con el beso y el abrazo diario al despedirnos y dejarme
tu sonrisa para dibujar tu hermosura, acompañándome el resto del día, en tu
ausencia. Este apuntalar la vida, afrontando penas y sufrimientos juntos, con
alicientes mutuos, con motivarnos cada día para salir y seguir adelante, a través
de reírnos de las cosas simples, enfadarnos por las injusticias, siendo afín
nuestro pensamiento, nuestro sentimiento, compartiendo cosas de cada uno y de
la vida, en cálidas charlas, gozando la libertad de cada quién de enfrentar y
tomar sus decisiones, en cada cosa que afrontamos o emprendemos, en escucharnos,
en compartirnos todo… son mil razones que tengo hoy, de agradecer a Dios por la
dicha que me da en cada amanecer contigo, en cada despertar contigo a mi lado, regalándome
el privilegio de toparme, antes de ver el primer rayo de sol de cada hermoso
día, con la luz de tu sonrisa, antes de escuchar el primer trino de las aves,
con el sonido hermoso de tu voz diciéndome “buenos días amor” o un “buenos días
conejito” ; si es frío el día, tienes la cobija suficiente para hacerlo cálido,
con la primer caricia, con el primer abrazo, con el primer beso, que me brindas
al abrir tus lindos ojos, que irradian siempre felicidad… desde el primer momento,
al retornar de esa linda paz que trasmiten cerrados, mientras duermes. Este poema trasmite la dicha, la enorme dicha que
gozo en cada amanecer contigo…mi amor…Te amo.
sábado, 28 de febrero de 2015
miércoles, 25 de febrero de 2015
En mi país urge un cambio, reina la corrupción y la violencia, se escudan bajo una fuerte coraza de impunidad, bañando al territorio de injusticia. Los que están trepados en el risco de la cumbre que nos gobierna, que nos extorsionan, nos secuestran, nos saquean, que nos han hundido con su sistema corrupto, en pobreza, terror e injusticia, sólo queda decirles que a veces con el tiempo el risco, no soporta tanta podredumbre, se desquebraja y en otras revienta con el estallido de la pólvora de justicia acumulada por la opresión.
EL CAMBIO
A veces,
los vientos sorrajan las olas contra rocas,
estalla en gritos el silencio,
los ríos se cansan de seguir el cauce,
los pasos desisten del camino,
A veces,
agota la lluvia la firmeza de los cerros,
la conciencia perfora sentimientos,
revienta la tierra sus entrañas,
se amarra en un nudo la garganta
A veces
el sol no nace ni muere en los días,
se ofusca de la mente la esperanza,
entierra al valle el lodo de la montaña,
harta al corazón tanta injusticia.
Pero a veces
todo cambia,
por fuerte que sea el risco desquebraja
se extermina la sumisa paciencia,
las nefastas rocas se vuelven polvo,
el espíritu vuelve a hincharse de ideales,
Y es a veces
que derriten a los hielos primaveras,
aunque en el trance mueran sus flores,
cuando el hombre lucha por el cambio
renace el verde enterrado por el lodo,.
se abren capullos de una vida diferente
EL CAMBIO
A veces,
los vientos sorrajan las olas contra rocas,
estalla en gritos el silencio,
los ríos se cansan de seguir el cauce,
los pasos desisten del camino,
A veces,
agota la lluvia la firmeza de los cerros,
la conciencia perfora sentimientos,
revienta la tierra sus entrañas,
se amarra en un nudo la garganta
A veces
el sol no nace ni muere en los días,
se ofusca de la mente la esperanza,
entierra al valle el lodo de la montaña,
harta al corazón tanta injusticia.
Pero a veces
todo cambia,
por fuerte que sea el risco desquebraja
se extermina la sumisa paciencia,
las nefastas rocas se vuelven polvo,
el espíritu vuelve a hincharse de ideales,
Y es a veces
que derriten a los hielos primaveras,
aunque en el trance mueran sus flores,
cuando el hombre lucha por el cambio
renace el verde enterrado por el lodo,.
se abren capullos de una vida diferente
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