domingo, 30 de julio de 2017


EL AMOR ES COMPLEJO.

El amor es complejo, no subsiste tan fácilmente, como su nacimiento.
Nace espontáneamente, brota al captar las cosas superficiales, percibidas por los sentidos, la voz, la figura, las formas, la mirada, el olor, ante el agrado de estas cosas superficiales rasca en las profundidades, pero solamente va capturando las cosas que le agradan, las que no, o no las ve  o no les da importancia ante el tesoro que va descubriendo y las hace a un lado, o simplemente esta tan embelesado con lo que le fascina que no las capta. Pero con el tiempo va perdiendo consistencia, sino es nutrido constantemente; porque al pasar el tiempo las cosas de no agrado aunque sean menos comienzan a adquirir importancia, a tomar fuerza, comienzan a golpear, a veces son golpes imperceptibles, que van derruyendo las cosas, que no por sencillas le dan su fuerza al amor, primero le arrancan los “te amo” cotidianos, se van diezmando, después se escuchan esporádicamente, y poco a poco dejan de escucharse, eventualmente se sustituyen por los menos efusivos “te quiero” pero luego estos tienden también a ir desapareciendo, así también los besos y abrazos se van forzando, pierden espontaneidad, se van espaciando y entonces el amor se siente duramente golpeado, pero aún resiste, después comienza a recibir un ataque más fuerte, aparecen las armas de la “indiferencia” y “los rechazos”, la indiferencia duele mucho, cosas que eran excitantes, reconfortantes, y deseadas, se van derruyendo con el poderoso golpe de la indiferencia, de ahí sucede lo peor, surge el mazo de “los rechazos”, lo que producía enorme placer, deseo, alegría, felicidad, es atacado y ante los golpes del rechazo el amor se siente desconcertado, pierde el sentido de la comprensión, no entiende que sucede, intenta contener los golpes por el amor que aún siente, pero tanto golpe ya mareado lo ponen contra las cuerdas, a punto de caer, y es ahí que estando sujetado por las cuerda que intenta, nuevamente recuperarse, medita e intenta descubrir el origen de todos esos golpes y aunque lo desconozca, intuye que el mismo los ha provocado, sabe que él está firme por lo que intenta reconquistar y levantarse, detener hasta desaparecer los golpes, esperando tener éxito con su nueva estrategia, con el amor que el siente se sostiene, aguanta, se arriesga, sabe que en su intento por recuperarlo, en cualquier momento puede sufrir el golpe definitivo que lo noquee, que lo derrote, que le cause más dolor del ya sufrido, pero la fuerza interior que lo hizo nacer, lo sostiene, y lo impulsa a no rendirse. De todo esto si logra salir avante, se hará más sólido y quedará nutridamente fortificado.

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